El artículo de Juan Pérez-Carballo publicado en Cinco Días el pasado 26 de junio analiza la figura del tesorero y su importancia en la empresa, ya que «la tesorería es un área que no tolera errores de bulto, porque sus consecuencias suelen ser fatales».
Los tesoreros son responsables de «dar servicio a las operaciones de la empresa para contribuir a su rentabilidad, proteger el margen del negocio, sin especular, e incurrir en los menores costes de financiación compatibles con alcanzar los dos primeros objetivos».
Hay que aprender de los errores ajenos, numerosos en esta crisis, y evitar aquellas prácticas que, para mejorar los resultados a corto plazo, degradan la calidad del servicio o la gestión del riesgo financiero, poniendo de manifiesto el peligro de anteponer el beneficio a corto plazo.
En Converthia, llevamos años dedicados a la gestión de tesorería para ayudar a que toda empresa, independientemente de su dimensión, cuente con un tesorero experto. La función tesorera es compleja y especializada y exige formación actualizada en una amplia variedad de materias, como en gestionar el futuro incierto, comprender los mercados y la actividad de la empresa, manejar los instrumentos de financiación, las operaciones bancarias, los medios de cobro y pago y conocer los extensos y cambiantes aspectos legales y fiscales involucrados.
Toda una tarea para que el tesorero sea capaz de aportar «… un criterio propio para enfrentarse a problemas y resolverlos, con el temple necesario para no dejarse influir por modas o eslóganes de fortuna».